FUEGO A DISCRECIÓN | Jorge Ley
El terremoto emocional que ha vivido el aficionado medio del FC Barcelona respecto al (no) fichaje de Marco Verrati hace parecer al jugador italiano como un pobre prisionero atrapado al otro lado del telón de acero. Ya solo falta que Robert Fernández le haga un huequito al muro para facilitar la huida. O que se construya un túnel debajo de una bañera como si fuera el Chapo Guzmán para burlar a las autoridades cataríes. No estamos lejos de ello, puesto que poco le ha faltado al chico para ponerse en huelga de hambre. Sigue leyendo