El elegido, otra vez

QATAR EN BLANCO Y MÁS NEGRO (IV) | Jorge Ley

A Messi un buen día le dijeron que jamás lograría tejer una unión que atravesara a un pueblo fraccionado como el argentino, que no podría causar que miles de pibes soñaran con tener su camiseta puesta en lugar de su ídolo de Boca, River o Independiente, que jamás podría convertirse en esa figura totémica que viniera después del Diego a mayor gloria del fútbol de su país, que jamás sería un argentino completo porque nació futbolísticamente en Europa (¡No debe tener nada del potrero de Rosario!) y jamás conectó con una hinchada local como hacían otros monstruos albicelestes previo paso a arrancar sus aventuras europeas.

Sigue leyendo

Dénsela a Kylian, lleguen al cielo

TRAVESÍAS RUSAS (VIII) | Jorge Ley

02439CB5-5600-4992-A4AD-6FE440752582

Francia ha tenido una mística única tan especial en esta Copa del Mundo que, recurriendo al cliché, si la final se hubiera extendido otros dos días igual que ha sucedido en el tenis (Los croatas, eso sí, se nos hubieran deshecho a pedazos como los legos), la copa seguiría cayendo de su lado por efecto magnético. Y por tener a Kylian Mbappé, claro. Porque poco importaba si Didier Deschamps había construido una máquina densa y pesada que no entiende el fútbol como un espectáculo con el que hay que encandilar la vista del personal. Poco importó que Giroud, de oficio delantero, no viera una. Fue más que todo un goteo de brillantez cada vez que se lanzaban sobre el arco como posesos; no sé si Griezmann, por cierto, ya haya salido del trance en el que entró desde que pisó territorio ruso, como si le hubieran encendido el Wifi, y notables cuando la pelota viajaba a mil por hora como si quemara al toque. Pocos incentivos mejores entonces para que el balón en llamas acabara dentro de la portería.

Sigue leyendo

Y Croacia abrió las fauces…

TRAVESÍAS RUSAS (VII) | Jorge Ley

Croacia, ya instalada contrapronóstico en Luzhniki, es una selección por demás improbable que abre las fauces en los tiempos extra como si fuera a tragarse un tractor o el Big Ben. Ya le habían tocado dos alargues de puro sufrimiento en esta Copa del Mundo, salvados in extremis y para su gloria gracias al éxtasis de la tanda de penales, pero de una manera imposible, que suelen ser las más fáciles de explicar, se ha sobrepuesto una vez más a la penitencia del desgaste físico. Porque a veces resulta más implacable un calambre que un rechace con los puños de Pickford, el portero al que parecen haber secuestrado de un pub a las tres de la mañana para subirlo de polizón a un avión como si fuera un espía irlandés. Los croatas, pues, jugaron y ganaron con el corazón en una mano, como los mayas pidiendo en sacrificio el favor divino, y el pase a urgencias para el trasplante de piernas en la otra. 

Sigue leyendo

Les queda rezar

TRAVESÍAS RUSAS (II) | Jorge LeyIMG_0404.JPG

Si uno quiere palpar el estado real de descomposición albiceleste, le basta con rebobinar el video del partido mucho antes del calamitoso error de Willy Caballero en la salida, causante de un desplome tal que los futbolistas argentinos comenzaron a deambular por el campo como pollos sin cabeza. Basta con atender los gestos de Messi toda la ceremonia previa, como si hubiera visto la fatalidad de los suyos tallada en piedra, en una revelación apocalíptica.

Sigue leyendo