Lucecitas para tiempos plomizos

FUEGO A DISCRECIÓN |  Jorge Ley

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Echo de menos el ambiente en los estadios. Más si hablamos de la Copa de Europa, que ahora mismo parece una gran verbena en la que hay de todo menos gente. Teniendo incluso payasos y llorones. Mentiría si dijese que el Camp Nou sería una caldera, a lo argentino, a lo napolitano, que son lo mismo, de haber público en las gradas. El ambiente suele ser de cava y champán, que van cayendo durante los 90 minutos mientras a uno lo van arropando turistas japoneses como si estuviese dentro de un anime. Ahora mismo nos los imaginamos arrojando sus recién compradas bufandas al aire, por cierto, y hacemos bien. A esa buena gente lo que los conecta a la vida y al campo es el eco ensordecedor de los pasitos de Messi, al que descubrimos con 33 años dejando salir un bisonte de arma de destrucción masiva como si se tocara el pecho y soltara a su espíritu animal. Messi tiene más trucos que un trilero, que viene de ser actor y juego. Sigue leyendo

La última fotografía del mismo naufragio

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«Mentiría si dijera que esto servirá». Algo así vino a decir ayer Sergio Busquets en zona de prensa minutos después de que la Roma le prendiera fuego al Olímpico como el guitarrista que destroza su instrumento en el escenario. Por pura gula y placer. La Roma de Dzeko, Manolas y De Rossi, que llegaba con una desventaja pesada como una losa, había devorado al equipo de Valverde más timorato e inoperante de la temporada. Sigue leyendo

Enésimo ejercicio tiránico del rey del patio

FUEGO A DISCRECIÓN | Jorge Ley

El rey del Camp Nou por aclamación popular, al que recibieron en peregrinación al estadio un grupo de feligreses con la pancarta «God save the king«, calmó las tensas aguas de Stamford Bridge cuando al acecho estaban las galopadas que paría Kanté y Willian y su fusil, al igual que destapó esta noche el champán en el jardín de su casa que es llamada Camp Nou. Todavía. Y solo porque la gente no se ha puesto de frente para protestar por un cambio de nombre llevando caretas de su mito viviente. Aún. Messi apareció, se oyó un rugido atronador y fundido en negro. Como si acabaran de sacar al león de Londres para echarlo directamente al estadio, sin paradas intermedias, ni desvíos involuntarios, a seguir con un festín interminable donde saltaron las costuras blues apenas salieron de la ducha. No hubo tiempo ni para que Conte torciera el gesto.  Sigue leyendo

Abierto hasta las Messi y media

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A Stamford Bridge saltó una fuerza de resistencia cuando había dudas de que el equipo de fútbol tuviese posibilidades de golpear a un Barça que llevaba como bandera el peso de la estadística favorable y el regreso a un juego más académico que el anarquismo posicional en el que se había convertido el luisenriquismo. Por ello Antonio Conte colocó a los suyos en sucesivas líneas que se movían al unísono con precisión suiza. Y cuando presionaban, avanzaban no juntos, pero sí coordinados, como si solo movieran la trinchera. Kanté fue, en ese contexto, la brújula que dictaba el norte del partido. Sigue leyendo

Neonuñismo desencadenado

FUEGO A DISCRECIÓN | Jorge Ley

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Si uno quiere revisar lo que es la decadencia de una idea, y cómo se degrada hasta la raíz un modelo de juego, basta con comprobar cómo un equipo, con un trueno llamado Lionel Messi, no ha podido pasar de los cuartos de final de la Copa de Europa en 3 de las ultimas 4 ocasiones. Porque el Barça, entregado al neonuñismo, ha sido incapaz de ofrecerle un ecosistema al mejor futbolista de la historia del club para que él remate la faena. O contribuya como artífice para que otros lo hagan. Sigue leyendo

La condena a los billetes con piernas

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El hecho de que la UEFA exhibiera al Borussia Dotmund, tras un atentado a su autobús, obligándole a jugar los cuartos de final de la Copa de Europa, hace parecer a los futbolistas meros juguetes al servicio de las televisiones, el show mediático y los intereses comerciales que se tejen en los palcos y más allá de ellos. No se nos vaya a ocurrir por un segundo que los profesionales del deporte tienen también una vida privada, una familia y una intimidad a la que volver cuando se está en casa. Como si se pasaran la vida, 24/7, aspirando césped. Un poco más y la UEFA no solo los fuerza a jugar un día después del atentado, sino que los mete en una casa repleta de cámaras para que convivan entre ellos y nos muestren sus vicisitudes diarias. Llamémosle Big Brother Soccer edition. Sigue leyendo

Un despertador en shock

FUEGO A DISCRECIÓN | Jorge Ley

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Llevado en volandas sobre la espalda de Neymar, porque atrás todo lo podía Ter Stegen, desde meter la pierna para frustrar el penúltimo intento de estacada al corazón hasta dejar caer su propio peso en mediocampo para que ahí o pasara la pelota o pasara el rival pero jamás ambos, el Barça marcó el 4-1. Lo hizo levantando a un Camp Nou anestesiado, que veía alejarse la victoria tras tocarle la puntita de los dedos como en efecto boomerang, y que creyó y creyó hasta que Cavani puso tierra de por medio. ¿Quién pensaría que no de forma definitiva? Sigue leyendo

El monólogo

FUEGO A DISCRECIÓN | Jorge Ley

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“El Barça se derrumba y nosotros nos enamoramos”. A los 15 minutos del primer tiempo, a buen seguro, alguna pareja medio snob recién llegada de besarse al frente de la Torre Eiffel tuvo que pronunciar esta frase. La electricidad que transmitía el PSG, dejando al Barça como al caballo del malo, no provocaba otra cosa que sincronizar la conexión con el espectáculo que estaba en frente. Como aquella pareja de amigos que, contaba Jabois, coordinaba sus orgasmos con los goles del Madrid en el Bernabéu. La prueba del frenesí fue Ángel Di María, encargado de acuchillar con velocidad de vértigo el sistema circulatorio azulgrana, que se desangraba además cuando Draxler encaraba a Sergi Roberto. Una pieza del juego que, como el Barça, se ha ido deconstruyendo con el paso de los meses al punto de que, si estuviera aún en el banquillo, hay quien pediría la entrada de Douglas. El runrún, le dicen. Sigue leyendo