FUEGO A DISCRECIÓN | Jorge Ley
Llevado en volandas sobre la espalda de Neymar, porque atrás todo lo podía Ter Stegen, desde meter la pierna para frustrar el penúltimo intento de estacada al corazón hasta dejar caer su propio peso en mediocampo para que ahí o pasara la pelota o pasara el rival pero jamás ambos, el Barça marcó el 4-1. Lo hizo levantando a un Camp Nou anestesiado, que veía alejarse la victoria tras tocarle la puntita de los dedos como en efecto boomerang, y que creyó y creyó hasta que Cavani puso tierra de por medio. ¿Quién pensaría que no de forma definitiva? Sigue leyendo