FUEGO A DISCRECIÓN | Jorge Ley
Desde que se aprobó la participación en el Mundial de 48 selecciones para el 2026, la escalada del reformismo made in Infantino ha dado para que Marco Van Basten, el mítico 9 del Milan de Arrigo Sacchi, propusiera, entre otras cosas: Sustituir los penales por shoots out, dividir los partidos en cuatro tiempos, crear la tarjeta naranja y eliminar el fuera de juego. Ahora mismo Sacchi debe estar ansioso por azotar a su ex pupilo con un periódico mojado. Recelan en FIFA del avance tecnológico, porque las cámaras y repeticiones instantáneas se ven desde la barrera como un elemento extraño, un Big Brother intruso que afecta el misticismo que rodea el campo al igual que un mago al que le descubren los hilos en las mangas los de staff. Pero luego sale Van Basten, ahora con el puesto de director de desarrollo tecnológico de FIFA, a querer cargarse el fuera de juego como si eso no fuera un verdadero ataque al romanticismo y las esencias.
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