Esos rebeldes, a Palacio

¡AQUÍ SE JUEGA! | Jorge Ley

INE UNO de mis highlights de la semana, imposible negar mi espíritu conmovido, fueron los apasionados abrazos reales y figurados que se llevó el diputado Porfirio, al que, hace menos de un año, los que tanto utilizan como discurso de quita y pon «contrapoderes» y «democracia» (Basta pronunciarlas para darle solemnidad hasta a un abanico) ponían a caer de un burro por ¡prócer golpista! ¿Recuerdan la obra? Muñoz Ledo, empeñado hasta el alargue en quedarse con la presidencia del Congreso, hasta que el presidente de la República le bajó los humos y mandó sus ambiciones a la congeladora parlamentaria, ese frío y tétrico lugar de nadie en el que deben estar parapetadas esas iniciativas legislativas para esa clase media (¡más!) empobrecida y una baja al borde del desahucio. Perdónenme la antipatriota digresión. Es divertido tener presente estas súbitas transformaciones de rol ahora que, ¡again!, elevan a Muñoz Ledo a categoría de estadista redimido y de la prístina transición por oponerse a las pretensiones del PT y parte de Morena. Esta gente es capaz de santificar un cabestro si se alinea contra cualquier cosa que identifiquen como 4T. Porque la democracia no es en ellos objetivo, sino coartada. De partidos a medios.
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Masoquismo de largo aliento

FUEGO A DISCRECIÓN |  Jorge Ley

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Photo by LLUIS GENE / AFP)

Como mínimo, bajo la calamitosa gestión de Gaspart había un cierto orgullo gregario relacionado íntimamente al “ser culé”. El equipo se despeñaba, la administración no se sostenía ni con alfileres y la foto habitual era la del circo de los horrores, pero había algo de dignidad tragicómica en el hundimiento. Con el reciclado neoñunismo, no queda ni eso. Ni la gracia incómoda que provocaba Núñez con sus ocurrencias lingüísticas. En esta aventura del rencor, es imposible imaginarse un ataque de dignidad del presidente de la Junta directiva poniéndose de pie para dejarse pitar y que los asistentes al Camp Nou le muestren, entre pañuelos blancos, la puerta de salida. Sigue leyendo

La inocencia de los corderos

FUEGO A DISCRECIÓN | Jorge Ley

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EL carrusel del aún presidente Bartomeu, ¡Aleluya!, fue un momento cúspide de su mandato agónico y para padecerlo en todo su esplendor basta con atender sendas visitas a Rac1 y Catalunya Radio. No hay que recortarles nada a tales documentos radiofónicos para darse cuenta que, en efecto, estamos frente a “la Junta más competente de la historia del club”, como se ha publicitado en impecable cortesanés en los lugares de consumo habituales. El president fue a explicarse (por decir algo) y explicar la dichosa auditoría y dejó patente que solo gracias a una intervención superheroica en la cúpula una organización consolidada es capaz de aguantar tanta y tan grosera inutilidad seis meses después de tomar posesión sin que quede reducida a cenizas. Y que en lugar del Camp Nou yazca ahí mismo una cruz lúgubre. Este mérito, prolongar la sangría, es simplemente indiscutible y con él tendrá que cargar esta Junta una vez la fragmentada oposición se encargue de desalojarla. ¡Algún día! ¡Pero algún día cayó hasta Toni Soprano! Sigue leyendo

La cuota del mal

¡AQUÍ SE JUEGA! | Jorge Ley

cuartoscuro_738094_digital UN ATENTADO contra un Secretario de Seguridad (Extraordinaria frase, hay que leerla y releerla a ver si así atendemos su verdadera dimensión) es un drama de consideraciones gravísimas que, si algo demuestra, es que quienes perpetraron el intento homicida lo hicieron porque tenían motivos para verlo muerto. ¡Quia! Because of reasons, en maravillosa (no) explicación anglosajona. Hasta ahí tendríamos que leer, aunque sea para que los de la incontinencia verbal soporten las ansias de devorar el teclado los primeros 15 minutos. Yo entiendo que ejercer de miserable es un deporte de riesgo al que hay que contribuir continuamente. Pero nos podrían ahorrar sus obsesiones en la incertidumbre y salir con un «Jódase, _____«, que es más económico. Es muy comprensible, pues, que existan pequeños narcisos académicos que necesiten constantemente que les den palmaditas y les masajeen el ego, triste que su inflamado pecho no pueda ni tener la consideración mínima por una mujer asesinada. Sigue leyendo