Palancas y somníferos

¡AQUÍ SE JUEGA! | Jorge Ley

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UN GOBIERNO normal, común y corriente ante las vicisitudes y múltiples crisis abiertas por el nuevo coronavirus estaría con un ojo al gato y otro al garabato. Y, dicho en cristiano, entre la espada y la pared. No sabemos cómo acabará. Las medidas a tiempo, al final, son eficaces, pero no son garantía. En esas anda este gobierno. Sobre todo, cuando las realidades estructurales prometían una carnicería que, afortunadamente, no se ha producido aún en las cantidades industriales que parecía. No, no somos Italia, España, EUA o Brasil. Y en esta fase epidémica es indudablemente notable, lo nieguen los sentidos micro biólogos que banalizan el nazismo en páginas que algún perdido del juicio regaló a gente aún más desquiciada (¡Como si no hubiera crisis en la industria periodística!) o quienes han demostrado en cada ocasión posible no saber qué significa «aplanar la curva» a pesar de las lecciones diarias de Gatell y, vaya hombre, una búsqueda de dos minutos en San Google. Ni para eso dan. Y es comprensible. No pueden entender nada los que empeñan (y a veces pagan) su acomplejada vida en no hacerlo. El desprecio a quienes están al frente de la gestión es así de grande. Otros, of course, solo son perfectos ignorantes. Sigue leyendo

¡Attack the evil nazi!

¡AQUÍ SE JUEGA! | Jorge Ley25_gatell_narro_notas_060520_ml

A UN charlatán hay que agarrarlo de un brazo, llevarlo a una esquina y preguntarle qué tanto puede aguantar sus dichos «ahora que nadie está viendo». Existe la posibilidad de que ahí, fuera del foco, compadezca frente a la realidad. Existe la posibilidad hasta de que sienta vergüenza y lo transmita agachando la cabeza. Hay quien tiene incluso el cinismo de reconocértelo. Efectivamente, hasta dentro de lo peor hay quien da la hora correcta un par de veces al día.
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