FUEGO A DISCRECIÓN | Jorge Ley
A LA PREGUNTA de por qué el aún presidente Bartomeu y su grupo de descarriados vitales persisten en la profanación moral y estratégica de desterrar cualquier atisbo de dignidad y operatividad básica de sus funciones hay que replicar con un simple pero firme: Porque ellos son así y cometerían un grave error político haciendo cualquier otra cosa. Esta junta (Que es la extensión poco agraciada -¡Sí se puede!-, pero más entrañable de Rosell) comenzó despreciando la figura totémica de Johan con el asunto de la insignia y prosiguió la infamia votando en blanco esa moción que representaba fielmente su icónica «Votar sí a echar a Laporta es votar no a Cruyff». Aquellos aciagos tiempos en los que pedían una acción de responsabilidad contra la antigua Junta y la votaron divididos como directiva a modo de disfraz. Muestra inequívoca que son despiadados y el mismo culmen de la inconsecuencia. Para esta gente hacer las cosas como cualquier cabeza pensante sería un grave error político porque quizá los votantes, los socis, no encontrarían sino un actor poco genuino al que difícilmente le dejarían las llaves de su casa una noche fuera. Sigue leyendo