FUEGO A DISCRECIÓN | Jorge Ley
Un presidente que pregunta en voz alta a los abnegados hinchas de su club, pretendiendo vender no sé qué seny y profundidad analítica, el porqué de su evidente insatisfacción tras ser apeados de la Copa de Europa con 4 latigazos, solo es una imagen técnicamente verosímil si ha perdido cualquier atisbo de cordura y contacto con la realidad. Si a ese Vía Crucis de Anfield, que parece no haber acabado nunca, le acompaña un juego con el que bien se podría dormir a las ovejas la gran mayoría de los partidos, la interrogante planteada por la máxima autoridad del FC Barcelona encaja como anillo al dedo en la mediocridad en la que se ha instalado el club desde que esta gente llegó al poder el verano de 2010. Esa marcada fecha. Porque no nos equivoquemos, Bartomeu es la cara amable que jamás tuvo Rosell, pero tampoco es otra cosa que su extensión política y deportiva como dirigente. Sigue leyendo