Es lo que es

¡AQUÍ SE JUEGA! | Jorge Ley

IMG_0488.JPG

Acabo de revisar, arrepentido y ruborizado por la vergüenza ajena, un debate televisivo absolutamente estupefaciente sobre Venezuela que tenía a su insigne moderador, que por no moderar no moderaba ni su intento de pensamiento, negando la agenda mediática pública y publicada sobre el país bolivariano. Esta ignorancia del hecho mismo de la política internacional, que ha tratado en los últimos años de simple y llanamente golpear con descaro y perversa insistencia a cualquier político medianamente socialdemócrata del panorama mundial, inyecta al personal informado de una indefectible y saludable dosis de perplejidad. Es indudable. Pero aparentar y negar esta circunstancia al interior de México, donde hemos tenido campañas electorales fundamentadas básicamente en el ataque al demonio chavista de turno (¡Qué más agenda que esa!), solo puede ser producto de una ceguera ideológica de un calibre ofensivo para la inteligencia. Cuando no directamente de la mala intención. Muy parecido, claro está, a la alfombra con piernas en la que se convirtió el otrora ministro Castañeda con sus insostenibles elucubraciones pseudo intelectuales para justificar una insurrección sin base constitucional alguna. Por más que se repita retorciendo el derecho. Cualquier argumento que se deslice a partir de esa pueril y falaz premisa, la de la negación de la agenda, tiene la credibilidad que tiene. Sigue leyendo

La rebelión de las buenas personas

¡AQUÍ SE JUEGA! | Jorge Ley

img_0477

Yo no hubiese querido perderme el espectáculo diplomático que el siempre alebrestado Castañeda hubiese montado transnacionalmente en su papel de ministro de Exteriores, por aquellos tiempos de genialidad ocurrente de Foxismo, que es casi lo mejor que se puede decir de aquello, al legitimar y respaldar un golpe opositor, que fue ejecutado «malinterpretando» a conveniencia la propia constitución, ante un evidente desvarío antidemocrático del gobierno venezolano. No hubiese tenido la razón, ni la credibilidad, ni sentido de la moral alguno, salvo el que regala la burda propaganda maniquea, pero las risas, cómo no, nadie nos las hubiera quitado. Es triste, por otro lado, que los delirios ex presidenciales de Fox contaminen a sus otrora allegados. Así que puede ser demagógico y tramposo relucir que la corrupción se combate, aunque sea parcialmente, con el ejemplo; no lo es, pero concedámoslo, de todos modos la estupidez producto de la ceguera ideológica, parece, es sencillísima de transmitir, como las plagas. Sigue leyendo

Rencores por Tlahuelilpan

¡AQUÍ SE JUEGA! | Jorge Ley

De las múltiples y muy comentadas aristas que tiene la tragedia en Tlahuelilpan hay un aspecto que me ronda por la cabeza aún hoy y que ensombrece con frecuencia (¡Aún más!) la triste realidad y el frío análisis didáctico del drama humano: La burda y chapucera asimilación entre lo que se da en llamar «explicación» y la obviamente vapuleada «justificación» que hacen sendos iluminados. Entiendo que la diferencia principal consiste básicamente en su carácter moral, en su ánimo y su objetivo. Pequeño asunto, vamos. Porque uno jamás diría que aplaude las acciones que llevaron a cabo los nazis durante la dictadura, que derivaron después de la Guerra a la creación semántica del industrial «genocidio» y, sin embargo, uno también entiende perfectamente cuál era el ánimo social, la ingeniería propagandística de alto impacto hecha por los nazis (La brutal campaña de deshumanización, la auténtica leyenda negra) contra el pueblo judío y demás minorías despojadas de todo derecho por el régimen. El contexto idóneo, pues, que permite la normalización de oficina de clavar a alguien contra una cruz, como sucede en otros lados y en otros periodos históricos, o la normalización de oficina de gasear a una víctima reprimida del sistema establecido en una cámara de tortura. Sigue leyendo

Peor que un crimen

¡AQUÍ SE JUEGA! | Jorge Ley

De la reforma legal que da vida al Frankenstein esquizofrénico de la Guardia Nacional podemos decir lo mismo que dijo Fouché en «ese» ya conocidísimo y por tanto, más (y peor) relatado aún episodio histórico: Es peor que un crimen, es un error. Y, sin embargo, la tenemos aquí. Y operando próximamente bajo el amparo constitucional. Se trata de la capitulación oficial (De facto ya lo era desde que Calderón, aka Capitán México, se puso a jugar al Risk con la vida ajena como si fuera el juguete roto del infante caprichoso) de la seguridad pública en manos del poder civil como si esto no fuese el siglo XXI. De la llegada de «lo militar», en su amplísimo bagaje conceptual, al cuidado social. Cosa indescriptible por parte de un Gobierno de centro izquierda que, con toda la legitimidad en la calle y los votos necesarios en el Congreso, ha renunciado a cualquier reforma o refundación de las policías de este país. Ha renunciado a las fiscalías y a los ministerios públicos con primitiva, terca y sonora nitidez. Ha renunciado simplemente a la seguridad pública moderna. Sigue leyendo

La gasolina y nosotros

¡AQUÍ SE JUEGA! | Jorge Ley

No recuerdo a qué figura del medio le escuché decir que los mexicanos tenemos con el carro (No me pidan, por favor, olvidar mis raíces sonorenses y sus maravillosos palabros) la misma relación tóxica que tienen los estadounidenses de bandera en el tejado y biblia de bolsillo con las armas de fuego. Puede ser. No hemos cometido aún el disparate astronómico de hacer de su utilización un derecho constitucional, pero todo se andará. Puesto que ya hay partidos en el Congreso cuyo único servicio de oposición relevante es el de juntar firmas compulsivamente para bajar de facto el precio de la gasolina. Y visto el magnetismo popular del asunto y su consecuente veneración se entienden estas imprudencias parlamentarias. Pero más allá de la evidente exageración metafórica ya mencionada, la histeria colectiva a la que hemos asistido estos días, a raíz del honorable pero defectuoso plan del Gobierno para combatir el huachicoleo, se resume en las delirantes imágenes de familias enteras que al unísono utilizaban recipientes gigantes, cuando no tinacos, para llevarse toda la gasolina imaginable como si le fueran a dar tres vueltas al continente en su camioneta pick up. ¡A lo Julio Verne pero en rebajas! Sigue leyendo

Caricaturescos

¡AQUÍ SE JUEGA! | Jorge Ley

Han tenido a bien ciertos periódicos estos últimos días en describir con finura y asepsia las primeras medidas protofascistas del gobierno de Jair Bolsonaro en Brasil. Primero por su indudable carácter noticioso y después por su brutal contraste didáctico entre lo que un aspirante a tiranillo y «nostálgico de la dictadura» (Así se les llama ahora) hace, comparado con lo que un socialdemócrata light, de esos que ahora tachan de extrema izquierda teniendo miedo de subir hasta los impuestos, intenta medio construir con ternura revolucionaria. Eso sí. Que la épica del lenguaje no falte. Si ya en el proceso de reflexión (Asumiendo sin conceder que puedan llegar a tal cosa) a más de uno se le cae la cara de vergüenza tras trazar determinadas asimilaciones, se habrá ganado mucho en el debate público. Pero en esto, ¿Qué quieren que les diga? Soy lo que se llama un escéptico.  Sigue leyendo

Zapatistas malos

¡AQUÍ SE JUEGA! | Jorge Ley

IMG_0464.JPGLa evidencia mayor de que la ola de la 4T (y todos los subidos y trepados en ella, cabe la oportuna distinción pedagógica) lo arrastra todo y arrasa con todo son las cuentas que ahora se le demandan con rigurosidad académica al EZLN, que salió pública y muy publicitadamente a decir que se opondría, no sabemos bien cómo, a los proyectos del Tren Maya y asociados en sus respectivos territorios originarios. Bandera insigne de este gobierno federal primermesino. El presidente López Obrador se ha referido, solo faltaba, al derecho a la libertad de expresión de los zapatistas y su respectivo disenso. Otra vez, ¡Solo faltaba! Al final, una manera gubernamental muy cortés y correcta, para qué negarlo, de mandarlos a volar como es costumbre. Sigue leyendo