Enésimo ejercicio tiránico del rey del patio

FUEGO A DISCRECIÓN | Jorge Ley

El rey del Camp Nou por aclamación popular, al que recibieron en peregrinación al estadio un grupo de feligreses con la pancarta «God save the king«, calmó las tensas aguas de Stamford Bridge cuando al acecho estaban las galopadas que paría Kanté y Willian y su fusil, al igual que destapó esta noche el champán en el jardín de su casa que es llamada Camp Nou. Todavía. Y solo porque la gente no se ha puesto de frente para protestar por un cambio de nombre llevando caretas de su mito viviente. Aún. Messi apareció, se oyó un rugido atronador y fundido en negro. Como si acabaran de sacar al león de Londres para echarlo directamente al estadio, sin paradas intermedias, ni desvíos involuntarios, a seguir con un festín interminable donde saltaron las costuras blues apenas salieron de la ducha. No hubo tiempo ni para que Conte torciera el gesto.  Sigue leyendo

Porque todos somos maravillosos

FUEGO A DISCRECIÓN | Jorge Ley

Resulta del todo natural que las manifestaciones de solidaridad con los líderes sociales independentistas y los políticos catalanes encerrados en prisión de forma arbitraria y casi prevaricadora por parte de un juez que defiende el Estado de Derecho hasta quebrarlo a placer, en un ejercicio de contorsión jurídica admirable, haga ver a determinados presos, ajenos a la libertad desde hace bastante tiempo aunque sin condena de por medio, víctimas de una persecución judicial semejante. El peso infame de la cautelar, vamos. El caso flagrante de esto es Sandro Rosell. El ex president. «Si además es catalán«, pensarán algunos, creyendo inocentemente atar cabos como si fueran Sherlock Holmes en mitad de un orgásmico eureka. La realidad es que las circunstancias son distintas y además, distinguibles para alguien más o menos cuerdo o decente. Si bien la calle puede ignorar ciertos elementos a valorar como el riesgo de fuga, es particularmente insultante que un comunicador, que tiene la obligación de revisar estos elementos antes de mezclar la pluma con las lágrimas en sus ficciones, trate de meter en el imaginario de la indignación colectiva a personajes que le son afines para azuzar al personal.  Sigue leyendo