FUEGO A DISCRECIÓN | Jorge Ley
Te despistas dos segundos, y en lo que Zidane toca la lira en el Bernabéu, Javier Tebas te inaugura un aeropuerto, se afilia a un partido político; a otro, más bien, es nominado por otras ligas como consejero asesor («¿Por qué? ¿Bajo qué criterios racionales?«, preguntaría alguien medianamente cuerdo) y, de postre, se saca de la manga a un determinado número de futbolistas saudíes como si se los acabara de ganar en un concurso de Teletienda. Llegó con varios saudíes bajo el brazo como pudo haber llegado con varios barriles de petróleo para repartir entre los diferentes consejos de administración en una kermés. El negocio por el negocio. Sigue leyendo